En los tiempos de mi niñez, solía salir a jugar todas las tardes con mis vecinos; explorábamos casas abandonadas, jugando a que habían tesoros escondidos, o a los casafantasmas. Trepábamos los árboles del parque y comíamos moras y manzanas. Nos montábamos en nuestras bicicletas, y recorríamos las calles de nuestro barrio con total libertad. En…